Solo un amor de verano - Alexandra Roma

Sofía y Ambrose estaban destinados a colisionar en Cudillero. Ella iba todos los veranos. Él vivía allí. Dos desconocidos que cayeron abrazados a la piscina aquel mes de julio. Cinco años después, Sofía vuelve dispuesta a cumplir una vieja promesa y romper cualquier vínculo que le ate a Ambrose. Pero él está distinto. En su intensa mirada azul hay una dureza desconocida. Y todo se complica. Da igual lo que intente apartarle de su mente, recuerda los atardeceres reflejados en las olas. Recuerda subir a Marte. Recuerda que le partió el corazón. Esta es la historia de una chica. Un chico. Y un puñado de quizás. Porque hay huellas en la arena que ni el viento es capaz de borrar. Porque hay amores de verano que sobreviven al paso del tiempo. O no.

Hola, hace bastante que no me adentraba en una historia de Alexandra Roma, y cuando vi que la iban a volver a publicar en Titania no perdí la oportunidad de ofrecerme para hacer una reseña. Así que muchas gracias a la editorial por el ejemplar. Estoy teniendo una racha muy buena de lecturas, espero que siga así mucho tiempo.

He leído con anterioridad cuatro libros de la autora, confieso que dos de ellos son de mis libros favoritos, sobre todo el de El club de los eternos 27, es de ella el libro que más me ha emocionado, tengo que volver a releerlo. Y me alegra poder comentar que lo ha vuelto a hacer, con este libro la autora ha conseguido tocarme el corazón, y me ha hecho meterme en la vida de los personajes de una forma maravillosa. La narrativa de Alexandra es muy bonita, es dulce y ligera en ocasiones, y en otras te encandila con sus narrativa reflexiva, haciendo que en mi caso llenara el libro de post its. La historia se nos cuenta en pasado y en presente, pasamos de Aquel verano, en el que los protagonistas son adolescentes, en un pasado que nos da a entender que pasó algo muy grave, pero que todavía no podemos descubrirlo, lo que hacía que la intriga me mantuviera pegada a las páginas. En esta parte podemos decir que estamos ante una novela juvenil, pero solo en esta parte, un amor de verano y unas circunstancias que cambiarán su vida para siempre. Después se nos cuenta en Un otoño el presente, en el que ellos ya son adultos, han pasado cinco años desde el verano que todo cambió. Y me han gustado mucho las dos partes, no me he aburrido en ningún momento, todo lo contrario, necesitaba saber más de estos personajes y su historia, saber qué pasó, los pasos que van a seguir, y el gran cambio que ha sufrido uno de ellos.

Lo sentían en las descargas nerviosas y las ganas que te salpican durante las anticipación, aquellos segundos previos a que algo ocurra, cuando anhelas que llegue el momento y a la vez deseas que la incertidumbre de cómo será se prolongue. El instante de imaginar de mil formas un beso que aún no se ha dado.

Una de las claves para hacer todo muy bonito han sido los sentimientos de los protagonistas, no solo en referente a ellos, sino de amistad, bonita, duradera y profunda, de las que sientes que son como hermanos, y los sentimientos tan profundos que se tiene con la familia. Y otra de las cosas ha sido el escenario elegido por la autora para esta novela, madre mía que paisajes más idílicos nos encontramos. En esta ocasión Alexandra nos sumerge en un pueblo en Asturias, en la costa Cantábrica, con sus preciosos amaneceres y sus casas, a pie de una colina, el pueblo es Cudillero, y gracias a este libro necesito ir a verlo, si veis fotos comprobaréis que es una belleza. Creo que no podría haber habido un escenario mejor para esta historia, yo estuve viendo fotos y me enamoré, pero la autora también con su narrativa sabe cómo hacernos viajar hasta allí, con Ambrose, Sofía y los demás. Me ha dado mucha pena despedirme de esta historia, pero es que a la vez sentía que necesitaba por todos los medios saber más, saber qué pasará al final, y saber cada secreto que esconden sus páginas, así que de una forma u otra este es otro de esos libros a los que volveré a recurrir, por mi parte os digo que es una novela de las que si me preguntan una recomendación para salir del bloqueo lector sin duda elegiría esta, también como una buena lectura veraniega.

La autora ha vuelto a robarme el corazón como hizo en El club de los eternos 27 otra vez con un protagonista masculino, si es que es una belleza lo que hace con ellos, es que no dejan para nada indiferentes, y sientes todo tan cercano, que te roba el corazón en tan solo unas pocas páginas, lo que hace que al cerrar la última hoja se me escaparan sin remedio unas lágrimas. Y es que esta novela nos habla de la amistad, del amor juvenil, de un amor que pese a todo perdura, y te sumerge de lleno en unos sentimientos bonitos. La autora me ha ganado sin duda también con los personajes secundarios, y con la protagonista femenina claro, que no se me pase. Los personajes han sido como parte de un todo, en una historia que en ocasiones me sacó muchas carcajadas con los piques de los protagonistas, además de las payasadas y locuras que protagonizan con los secundarios. Es de esos libros que se leen en verano y se sienten, se palpan, porque Alexandra sabe cómo adentrarnos en esos recuerdos que se guardan de las amistades y los amores de verano, el calor, la playa, las noches de locura y esa sensación de libertad que solo nos da la juventud de no saber qué nos depara el futuro, pero que está llena de sueños y promesas que esperas cumplir con el correr de los años.

En general ha sido un libro veraniego precioso, que nos narra de forma bonita, dulce y ligera una historia en dos tiempos, un pasado que nos sumerge en las amistades y los amores de verano, y otra en el que el futuro se impone, y de adultos se ven las cosas de diferente manera, no se siente igual. Los personajes han sido maravillosos, todos ellos, desde los protagonistas a los secundarios, y el paisaje maravilloso en el que todo transcurre hace que os recomiende este libro, no os vais a arrepentir de conocer a Ambrose, Sofía, Noruega, Cande, Roi, Jhon, Teo y los demás personajes.