Quizá por eso sigo aquí - Elsa García

También creo que puedes ser infeliz y no darte cuenta de que lo eres.

Yo no estoy seguro de qué era. O de qué sentía. Solo sé que mis días se habían convertido en una sucesión de grises en los que me movía sin ser consciente siquiera de hacerlo en blanco y negro.

Hasta que llegó Dany.

Dany y su forma de tocar el ukelele.

Dany y su vida en rosa.

Dany y su afán constante por coleccionar momentos.

No la vi llegar. Mi hermano Kai tampoco. Puede que por eso nos arrollase a ambos.

Nos regaló lo que no sabíamos que necesitábamos.

A mí, algo tan inmenso como una amiga. A él, el recordatorio de que, a veces, el amor puede salvarnos.

A ambos, una vida llena de color.

Pero me estoy adelantando.

Déjame que empiece por el principio: me llamo Akela, tengo dieciocho años, algunos monstruos que me atormentan y una historia que contarte.

Hola, estos días he decidido desconectar un poco de las redes, subo contenido, me paso por vuestras cuentas y ya. Mi decisión ha sido más bien por mi salud física y mental. Estos días en los que escribo esta reseña he estado sumergida en una lectura que me ha encantado, en la cual he descubierto una nueva autora que leeré todo lo que publique, y por supuesto lo que ya tenga publicado. Este libro ha llegado en el mejor momento, estaba ahí metida a medias en una crisis lectora por mi culpa y mi afán de leer todas las colaboraciones que tenía pendientes. Pero bueno, dejemos eso a parte y vayamos a lo que habéis venido, y es que Elsa es una autora que no conocía, de vista de ver sus libros en redes, pero a la que quería dar una oportunidad tarde o temprano y menos mal que lo hice.

Comienzo contando que la narrativa de la autora me ha enamorado por completo, siempre tenía mis post-its a mano, y porque me contuve un poco porque por mí empapelaba el libro entero. Las citas tan maravillosas que he podido reunir con este libro son a la vez que bonitas también son inspiradoras e invitan a la reflexión. Y diréis si este libro es solo eso, una prosa bonita, dulce y ligera de leer, este libro es mucho más que eso. La historia que se nos cuenta en sus páginas es maravillosa, da esperanza pero a la vez te destroza, te reconstruye y te invita a ver la vida de otra manera. Es una historia de superación con una profundidad exquisita, estamos ante una historia especial, ya de primeras el narrador nos cuenta que está muerto y nos cuenta lo que han sido los últimos meses de su vida. No quiero contar nada más de la historia, quiero que cojáis el libro como yo, sin saber casi nada, dejándote llevar por la cubierta, por la autora, por lo que queráis, pero lo mejor que he hecho ha sido abrir sus páginas sin conocer nada de la historia, lo que ha hecho que la ame más si cabe.

Quiero contaros poco de este libro, pero también me gustaría que le deis una oportunidad, hacedme caso vale la pena adentrarse en sus páginas. Pero si os digo que estamos ante un libro de romance, no, un libro de drama, creo que sí, se podría ir más para ese lado, pero es que la autora me ha demostrado que no es necesario avasallar al lector con una historia de romance y dejar de lado el lado más profundo de los personajes, el drama es uno de los grandes ejes de la novela, pero que no podía ser de otra manera con lo que se nos cuenta. Me gusta cómo la autora nos adentra en la vida de los tres personajes de una forma tan bonita y tierna que me he sentido parte de todo desde las primeras páginas. El comienzo es dulce pero según avanzamos las páginas todo se vuelve más amargo pero también hay a quién nos gusta ese sabor del amargor de una historia que duele, que sientes como propia y que te destroza con palabras que se cuelan en tu corazón para no volver a salir.